El día había amanecido como para pedir la vez para manta y sofá: gris, lluvioso y ventoso. El escenario perfecto para un sábado de perreo total. Pero ya se sabe que ese es un lujo sólo reservado a los “sin hijos”. Así que venga, todo el mundo en marcha. Partido de P… tenis de A… y ya que te pones, también dale a tu cuerpo alegría en el gym, ese garito al que siempre llegas y del que siempre te vas corriendo. Vamos, que adelgazar no sé, pero estresar seguro.
Para compensar tanto fitness familiar, que nosotros somos muy de compensar, habíamos reservado para comer en un italiano. Un italiano con mucho encanto en pleno barrio de La Latina, que aunque abrió en el año 98 nosotros descubrimos ayer, así que imagino que llegamos tarde con la crónica, pero igualmente aquí está.
Emma y Julia es un restaurante de los que enamoran ya antes de ir; porque abres su web y descubres esa completa Carta sin gluten al lado de la carta normal, y empiezas a salivar con la pinta que tiene todo y a imaginar la carta de P cuando le digas que puede pedir lo-que-quiera.
Al ser un sitio familiar, como digo en el Madrid más castizo, vale la pena soltar el coche, por ejemplo en el parking de la Plaza Mayor y dar un, aunque sea breve, paseo con tu prole hasta la Cava Baja por Cuchilleros. Si puedes llegar sin coche mucho mejor porque te ahorras el atraco del parking.
En Emma y Julia todo es bastante auténtico e italiano ya desde la fachada. Y nada más entrar, nos recibe un olor a leña y un ambiente acogedor que lo confirman. Las mesas y sillas de madera con manteles de cuadros rojos y un trato muy amable e informal completan el cuadro casero que esperábamos. Una apariencia sencilla que esconde platos de nivel.
En su carta sin gluten, cazuela de setas del bosque con huevos de corral y trufa, langostinos aromatizados con lima, pizza de cecina italiana, rúcola y parmesano… pan y cerveza sin gluten… Pero P se queda con la prosciutto de toda la vida, que a juzgar por su cara y por el festival de quesos fundidos colgantes, cumple de sobra con sus aspiraciones.
Y de postre, mousse de chocolate blanco que le dura menos de lo que tardo yo en reajustar la cámara para intentar hacer una foto mejor que ésta.
Nosotros, mientras, apostamos por la Parmigiana con berenjenas, queso parmesano y albahaca. Una pizza sencilla pero con un increíble sabor casero que no todos los días puedes disfrutar.
Y así, rodando y cuesta arriba volvemos dando una agradable carrera porque
a) llueve
b) tenemos un cumple y llegamos tarde
c) somos masocas y nos gustan las digestiones activas
Volveremos Emma y Julia 😉
Emma y Julia
C/ Cava Baja, 19, Madrid
Tel: 913 66 10 23
info@emmayjulia.com